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Una terapia revolucionaria
La Terapia Craneosacral es una técnica manual extremadamente delicada que aborda los desequilibrios del sistema cráneo-sacro. Fue el Dr. Sutherland quien, tras rigurosas investigaciones, descubrió que los huesos del cráneo no están fijos, sino que experimentan un sutil movimiento o fluctuación, impulsado por el ritmo del líquido cefalorraquídeo. Este ritmo craneosacro, también conocido como Impulso Rítmico Craneal, viaja a lo largo de la columna vertebral desde el cráneo hasta el sacro, formando el fundamento de esta terapia innovadora.
A continuación tienes algunos de los muchos beneficios de esta terapia
La terapia craneosacral es un enfoque delicado y profundo destinado a mitigar los traumatismos, ya sean físicos o emocionales, que el cuerpo pueda haber enfrentado.
La terapia craneosacral proporciona un método suave y eficaz para mitigar los dolores de cabeza y las migrañas, tratando las tensiones y desequilibrios que pueden desencadenar estos síntomas, fomentando así un alivio prolongado y significativo.
La terapia craneosacral aborda los problemas digestivos desde su origen, restaurando el equilibrio en el sistema nervioso autónomo y liberando tensiones que puedan afectar la función digestiva, promoviendo así un bienestar gastrointestinal óptimo.
La terapia craneosacral adopta un enfoque integral para tratar el insomnio, trabajando en la liberación de tensiones físicas y mentales que perturban el sueño, promoviendo así un descanso reparador y profundo.
El osteópata verificará tu ritmo craneal para asegurar su adecuación, tomando medidas necesarias para optimizar su flujo si es necesario.
Coloca sus manos en las áreas pertinentes para el tratamiento y evalúa la circulación del líquido cefalorraquídeo
A través de masajes en toda el área, busca liberar tensiones de manera efectiva. Durante estas sesiones, el profesional emplea la técnica de la palpación.
La terapia craneosacral contribuye a estimular el sistema inmunológico al promover el equilibrio y la relajación del cuerpo, lo que puede ayudar a reducir el estrés y mejorar la capacidad de autorregulación del organismo, fortaleciendo así su respuesta inmunológica ante diversos desafíos.
La terapia craneosacral puede favorecer la mejora del flujo sanguíneo al promover la liberación de tensiones y bloqueos en el sistema nervioso y los tejidos conectivos, lo que puede facilitar una circulación más fluida y eficiente, contribuyendo así a la nutrición y oxigenación adecuadas de los tejidos y órganos del cuerpo.
La terapia craneosacral es beneficiosa para relajar la tensión en los ojos al trabajar en la liberación de restricciones y desequilibrios en el sistema craneal, lo que puede ayudar a reducir la fatiga ocular y mejorar el bienestar general de los músculos oculares, favoreciendo así una visión más clara y cómoda.